El suicidio en adolescentes: Lo que todo padre debe saber

El suicidio en adolescentes: Lo que todo padre debe saber

Es posible que cuando escuchas hablar sobre el suicidio lo relacionas de forma automática con los adultos. Sin embargo, este evento también puede presentarse durante la adolescencia por la presencia de diversos factores. Por lo tanto, es importante estar alerta a las conductas y verbalizaciones que realizan los hijos para prevenir el suicidio en adolescentes.

¿Qué es el suicidio en adolescentes?

Se ha definido el suicidio como la muerte auto-infligida de forma intencional llevada a cabo por una persona vulnerable. Y que además lo considera como la mejor solución a sus problemas. Es decir, no es un acto al azar o sin sentido, sino una salida al sufrimiento que le causa un problema o crisis al adolescente.

Esta definición también se ha extendido a la preocupación o intento intencional de hacerse daño a sí mismo. Además, en la última década el suicidio se ha incrementado en la población más joven, incrementándose la ideación suicida durante la adolescencia temprana (entre los 12 y 19 años).

Estadísticamente podría mencionarse que un 25% de las personas que se suicidan son jóvenes. Por esta razón, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo considera como un problema de salud pública y la cuarta causa de muerte en adolescentes a nivel mundial.

Tipos de conductas suicidas en adolescentes

Cuando se habla de suicidio en adolescentes es importante diferenciar las conductas relacionadas al mismo. Por ejemplo, si es un intento de suicidio real o son conductas autolesivas sin intención de suicidios.

Intento de suicidio real

Cuando ocurre un comportamiento autoinfligido con la intención de morir se denomina intento de suicidio real. Asimismo, cuando este intento de suicidio no tiene éxito debido a que otra persona lo evita o detiene se llama intento de suicidio interrumpido.

Finalmente, se considera un intento de suicidio abortado cuando el adolescente antes de hacerse cualquier daño se detiene. Incluso, aunque haya llevado a cabo previamente varios pasos con la intención de quitarse la vida.

También existen los actos o comportamientos preparatorios, a través de los cuales se establecen las condiciones necesarias para ejecutar el plan de suicidio. Por ejemplo, escribir una nota de despedida, comprar pastillas o regalar objetos de valor a seres queridos. Todas las conductas anteriores son indicativas de un riesgo elevado de intento de suicidio en adolescentes.

Conductas autolesivas sin intención de suicidios

Es un comportamiento autoinfligido con el propósito de hacerse daño o producirse lesiones sin la intención de suicidarse. Por ejemplo, cortarse a sí mismo, quitarse las costras en la piel para generar sangrado o las quemaduras. Estas conductas no están exentas de riesgos, debido a que en el futuro podrían agravarse.

Factores de riesgo y de protección frente a conductas suicidas

La adolescencia es una etapa en la que ocurren cambios significativos que pueden causar ansiedad y depresión en algunas personas. Por esta razón, la tentativa del suicidio es una de las conductas que puede presentarse durante la misma.

En este sentido, la manipulación de la idea de muerte en el adolescente suele ser frecuente. Sin embargo, existe una diferencia entre el que piensa en el suicidio desde una visión “romántica” y el que realmente lo lleva a cabo.

Algunos factores de riesgo que contribuyen son: la depresión, autoestima poco saludable, abuso de drogas y alcohol, aislamiento emocional, atracción por el peligro, estrés emocional tóxico, trastornos mentales, fantasías románticas, acceso a armas de fuego y otros. Por lo general, los factores actúan combinados para que ocurra el hecho.

El intento de suicidio en adolescentes puede tener diversos significados:

  • La intención de escapar de una solución dolorosa, estresante o insoportable.
  • Después de la pérdida de un elemento importante de la persona, por lo que atraviesa un duelo.
  • Castigarse para expiar una falta real o imaginaria por la que se siente culpable.
  • El crimen al atentar contra su vida y la de otra persona.
  • Como un acto de venganza para ocasionar remordimientos en alguien más y que la sociedad lo juzgue.
  • Un chantaje como forma de ejercer presión sobre otra persona.
  • El morir por una causa que considera importante y por la cual considera que hace un sacrificio.
  • Como parte de un juego para probarse a sí mismo y a sus pares que es valiente.

Un intento suicida implica un debate interno entre el deseo de morir y el de seguir viviendo.

En cuanto a los factores de protección tienen que ver con esas variables personales que promueven la resiliencia. Entre ellos: un autoconcepto positivo, autorregulación y flexibilidad cognitiva, razones para vivir, gestión emocional, autoestima, habilidades para pedir ayuda, sentido del humor, empatía, apoyo familiar.

Mitos o creencias sobre el suicidio en adolescentes

Hasta la fecha sigue existiendo mitos que dificultan llevar a cabo acciones para prevenir el suicidio en adolescentes. Por esta razón, es importante presentarlos, conocerlos y evitar caer en ellos, debido a que se ha comprobado que son creencias falsas.

  • La persona que tuvo una tentativa de suicidio siempre será un suicida.
  • Hablar sobre suicidio desencadena más suicidios.
  • Todas las personas que intentan suicidarse tienen trastornos mentales o están deprimidas.
  • Casi todos los suicidios se dan de forma repentina, sin ningún aviso o advertencia.
  • Las personas que amenazan con suicidarse nunca lo hacen.
  • Muy pocas personas se suicidan por lo que eso no le ocurrirá a nadie cercano.
  • El suicidio no se puede prevenir.
  • La mejoría postcrisis indica que el peligro se ha superado.

¿Cómo los padres pueden prevenir el suicidio en adolescentes?

Como claramente lo indica la OMS, la prevención del suicidio en adolescentes es una tarea de todos. Sin embargo, los padres son quienes pueden comenzar a notar las señales y tomar acciones al respecto. Por lo tanto:

prevenir el suicidio adolescente

Observa con atención las conductas de tu hijo/a

Un mal día lo tiene cualquiera, pero si ese malestar se prolonga por un tiempo es una señal a la que es conveniente estar alerta.

Estudios han demostrado que un alto porcentaje de adolescentes que se quitan la vida, cumplían con criterios diagnósticos de un trastorno del estado de ánimo. Como por ejemplo, la ansiedad o depresión, al igual que con los de otros trastornos psiquiátricos.

Por lo tanto, es mejor actuar a tiempo y no esperar que la situación se agudice. Recuerde que las personas deprimidas suelen aislarse y esconder sus emociones.

Así que acérquese, siéntese a su lado y dígale algo como “Parece que estás triste. ¿Existe algo de lo que te gustaría conversar? Quizás pueda ayudarte.

Escucha lo que dice y lo que no dice

Los gestos, conductas o comportamiento aportan información muy valiosa. Por ejemplo, ¿qué hay detrás de un comportamiento conflictivo? Entonces, si percibe que algo no anda bien no lo descarte hasta estar segura de lo contrario. Posiblemente, no conseguirá en sus palabras la misma información que en sus acciones.

Toma en serio una amenaza de suicidio

“Me quiero morir”, “ya no me importa nada”, “a veces quisiera dormirme y no volver a despertar”, “ustedes estarían mejor sin mí”, entre otras. Son frases que expresadas de forma verbal o escrita no deben ser subestimadas. Más bien es cuando más atención se debe prestar.

Debido a que se ha comprobado que las personas que lo anticipan realmente están pidiendo ayuda. Por lo tanto, evita comentarios como ¡estás loco!, ¡qué ridiculez estas diciendo!, o ¡no lo dices en serio!, y acércate a consolarlo. Luego, podrán conversar sobre lo que cada uno siente.

Pide ayuda profesional de inmediato

En estos casos lo más conveniente es recurrir a un profesional de salud mental que trabaje con niños y adolescentes para que realice una evaluación. Partiendo de ella, se determinará si requiere terapia o asesoramiento. Evite quedarse con los brazos cruzados.

Invita a tu hijo/a a que baje sus niveles de exigencia

Otra medida para prevenir el suicidio en adolescentes es que si éste se encuentra en terapia baje sus niveles de exigencia, evitando responsabilidades abrumadoras. En este sentido, las tareas complejas pueden dividirse en varias partes, siempre y cuando las disfrute o le cause menos estrés.

También es importante hacerle ver que los resultados de una terapia o medicación suelen tomar un tiempo para evidenciarse. Es por ello que no debe sentirse desilusionado o culpable por no sentirse mejor de inmediato.

Elimine los riesgos en momentos de crisis

Con esto me refiero a que si en el hogar hay armas de fuego o de otro tipo, no las deje en un lugar en el que su hijo pueda acceder a ellas.

Promueva la actividad física y el ejercicio

Se ha comprobado que es beneficioso para la salud física y mental. Los expertos recomiendan ejercitarse 30 o 40 minutos al día de 2 a 5 días a la semana. Cualquier forma de ejercicio lo ayudará si le resulta atractiva y lo hace de forma constante.

Estas son algunas medidas que los padres pueden tomar para prevenir el suicidio en adolescentes. En este sentido, buscar el apoyo de un profesional de la salud mental es fundamental y el evitar subestimar cualquier manifestación verbal o escrita que haga su hijo/a. ¡Acompáñalo!

Karen García

Karen García

Docente Orientadora con Maestría en Psicología Educacional y redactora freelance… Comprometida con la educación de niños, niñas y adolescentes desde hace más de 10 años.

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