Cómo enseñar rutinas a los niños

Cómo enseñar rutinas a los niños

Las rutinas forman parte de nuestro día a día y enseñarlas desde la infancia aporta grandes beneficios a los pequeños en desarrollo. Por lo tanto, en las próximas líneas te explicaré cómo enseñar rutinas a los niños, de manera que puedas comenzar a poner en práctica algunas estrategias.

¿Qué son las rutinas?

Las rutinas son esos patrones de conducta repetitivas, que se establecen con el propósito de brindar estructura a niños y adultos. Asimismo, se relacionan directamente con hábitos que deben aprender desde la primera infancia.

Por ejemplo, los asociados con el sueño, la alimentación, la higiene, el orden y el estudio. En este sentido, son los adultos quienes deben garantizar el cumplimento de estas actividades para que lleguen a realizarlas de forma habitual o lo incorporen a sus rutinas.

¿Por qué es importante enseñar rutinas a los niños?

Las rutinas les proporcionan seguridad y control a los niños sobre el entorno en el que se desenvuelven. Por lo cual, ellos podrán enfrentarse al mundo con seguridad y autonomía, al conocer lo que va a ocurrir en cada momento del día.

Además, fortalece su confianza al poder enlazar y tener el control sobre las cosas que ocurren. También ayudará a prevenir conflictos innecesarios, debido a que al tener sus rutinas o tareas por realizar claras, entenderán que cada cosa tiene su momento.

Las mismas se aprenden con la repetición constante, por lo que la disciplina es muy necesaria en su proceso de establecimiento.

rutinas visuales para niños

¿Cómo enseñarles rutinas a los niños?

Para enseñar rutinas a los niños es fundamental el acompañamiento, guía y modelaje de los adultos o cuidadores. Es decir, los padres actúan como un ejemplo a seguir a través del cual aprenden los pequeños. De esta manera su aprendizaje será natural y no forzado, entonces se pueden considerar los siguientes aspectos:

  • Lo ideal es que las rutinas comiencen desde el momento de su nacimiento, para que el niño sienta que forman parte de su vida. Por ejemplo, el bañarlos, ayudarlos a dormir, los paseos y demás actividades que se requieran, deben realizarse siguiendo un patrón y hora para establecer el hábito.
  • En este proceso la paciencia, práctica y repetición son fundamentales. Además, es importante tener en cuenta que mientras más tarde se inicie y mayor edad tenga el niño, su establecimiento podría resultar más desafiante.
  • Una de las formas en las que aprende el niño es por imitación. Por lo tanto, lo ideal es que todas las personas en el hogar tengan rutinas que cumplan. De manera que el niño las perciba como algo natural y necesario.
  • Es importante que se enseñe o explique al niño como llevar a cabo cada actividad para cumplir sus rutinas. En caso de que tenga dudas, es imprescindible contentar sus preguntas.
  • La flexibilidad forma parte del proceso, es decir, hay que explicarle al niño que en algunos momentos las rutinas pueden cambiar. Por ejemplo, los fines de semana que no deben ir al colegio y los adultos no asisten al trabajo.

Los apoyos visuales para enseñar rutinas, horarios y transiciones

Los apoyos visuales ayudan a los niños a aprender nuevas habilidades y a prevenir conductas desafiantes. A través de ellos los pequeños pueden aprender rutinas, comprendiendo lo que ocurre en el “ahora” y lo que ocurrirá “después”.

Además, sirven como recordatorio a esas instrucciones que se dieron de forma verbal y les informa sobre lo que les espera.

Horario visual

Un horario visual le ayuda al niño a comprender como será su día, señalando las actividades que debe realizar y el momento preciso. Además, le enseña predictibilidad (al saber lo que viene) y constancia (al tener un horario fijo).

horarios visuales

Es ideal para enseñar rutinas a los niños y para hacerlo se recomienda:

  • Escoger el momento del día en el que el niño necesita apoyo para llevar a cabo las rutinas o que tenga dificultad en las Ten en cuenta que estos horarios pueden esbozar partes del día, medio día o todo el día.
  • Ordena los pasos que quieres que el niños siga. Por ejemplo: despertar, bañarse, vestirse, desayunar, cepillarse los dientes, colocarse los zapatos, revisar el morral e ir a la escuela.
  • Te ayudará colocar las actividades divertidas después de las actividades difíciles, como ordenar los juguetes antes de salir de paseo.
  • Prepara las tarjetas que necesitas para el horario que deseas crear. Puedes buscar imágenes que se relacionen con las actividades que el niño debe hacer. Luego, asegúrate de imprimirlas en cartulinas, pegarlas en cartón y laminarlas con cinta o papel autoadhesivo transparente para que sean más resistentes.
  • Utiliza cinta, velcro o imanes para colocar las tarjetas en el orden que necesitas.
  • Coloca el horario en un lugar que frecuenten bastante durante el día a la altura del niño, para promover su uso constante.

Ten cuenta que los horarios funcionan mejor cuando el niño es capaz de observar que ha culminado tareas, por lo que te sugiero que:

  • Crees un sobre al final que represente todo lo que ha terminado y vas colocando allí las tarjetas con la actividad realizada.
  • Usa imágenes que se puedan desprender del horario o sean removibles.
  • Utiliza un marcador de posición que pueda moverse entre las imágenes (como un clip).

Finalmente, enséñale a tu hijo a usar el horario a través de la explicación y demostración. También haz mención de él varias veces durante el día y de preferencia involúcralo enseñándole al niño a indicar lo que ha terminado. Por ejemplo, que pueda voltear la imagen, retirarla o colocarla en el sobre determinado.

No olvides celebrar tu éxito y el de tu hijo, así como alentarlo, especialmente cuando se traten de actividades poco agradables de realizar.

Tableros de “primero” y “después”

Son otra forma de enseñar rutinas a los niños y facilitarle la transición de una actividad a otra. Por ejemplo, primero colocarse la pijama y después leer un cuento. También permite dividir las rutinas en pasos más pequeños y anima a los niños a realizar actividades que no necesariamente disfrutan, para hacer algo más entretenido después.

tableros de primero y después

El crear un tablero de “primero” y “después” es muy sencillo:

  • Primero recorta las tarjetas que describan la actividad que necesitas que el niño realice y de ser posible hazlas más resistentes.
  • Crea unos tableros como se visualizan en el ejemplo o diséñalo usando tu creatividad. Además, lo ideal es que sea suficientemente grande para que se aprecien las imágenes.
  • Divide el tablero en dos secciones “primero” y “después”.
  • Coloca las tarjetas con cinta, velcro o imanes.
  • Ubica las actividades preferidas del niño en el área “después”, de manera que las probabilidades de que realice la primera actividad se incremente.
  • Procura retirar las tarjetas de cada actividad concluida para que el niño visualice el progreso.
  • Celebra el éxito obtenido.

Este par de actividades responden a tu pregunta sobre ¿cómo enseñar rutinas a los niños? Como ellas existen otras que pueden facilitarte el proceso, sin embargo, lo fundamental es ser paciente, practicar y repetir con disciplina.

Karen García

Karen García

Docente Orientadora con Maestría en Psicología Educacional y redactora freelance… Comprometida con la educación de niños, niñas y adolescentes desde hace más de 10 años.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *