Cómo prevenir la bulimia nerviosa en adolescentes y jóvenes

Cómo prevenir la bulimia nerviosa en adolescentes y jóvenes

La bulimia nerviosa es un trastorno que puede presentarse entre el 2 y 4% de adolescentes y jóvenes en el mundo, según la OMS. Además, debido a que se relaciona con la autoimagen, es más común que se desarrolle en mujeres que en hombres. Por lo cual esta población es la más vulnerable.

Los padres y/o cuidadores deben estar alerta a conductas que sugieran la presencia de éste trastorno. Especialmente, en el momento actual donde las redes sociales y el prototipo de “mujer perfecta” se difunde por los distintos medios generando una presión social.

También, despertando el anhelo en muchas mujeres y jóvenes que someten su cuerpo a distintas prácticas con el propósito de alcanzar ese “ideal”.

¿Qué se entiende por bulimia nerviosa?

Es un trastorno de la conducta alimentaria que se caracteriza por la presencia de atracones recurrentes, seguidos de acciones compensatorias inapropiadas frecuentes. Todas orientadas a la prevención de un aumento en el peso. Por tal motivo, la autoevaluación de los adolescentes y jóvenes que desarrollan bulimia nerviosa se ve grandemente influida por el peso y la figura del cuerpo.

Los atracones se relacionan con la ingesta de alimentos en un corto periodo de tiempo (por ejemplo, cada 2 horas) en grandes cantidades. Es decir, porciones superiores a las que cualquier persona podría ingerir en ese tiempo y en circunstancias similares.

También se acompaña de una sensación de pérdida de control sobre lo que se está ingiriendo durante el episodio. Es decir, la sensación de lo poder parar de comer, ni de controlar la cantidad de comida que se ingiere.

Causas de la bulimia nerviosa

Hasta el momento no existe una causa determinante para el desarrollo de la bulimia nerviosa en adolescentes y jóvenes. Sin embargo, hay factores que pueden influir en su aparición como los ideales culturales y actitudes sociales vinculadas al cuerpo y la apariencia. Así como, una autoevaluación basada en el peso y problemas familiares.

Otros factores de riesgo son la genética, la salud emocional, la dieta y patrones de alimentación inapropiados. En la mayoría de los casos suele presentarse en los últimos años de la adolescencia y comienzo de la adultez.

Clasificación de la bulimia

La bulimia nerviosa podría dividirse en dos grupos de acuerdo a las conductas compensatorias que practique la persona.

  • Purgativa: En este grupo entran quienes se autoinducen el vómito con frecuencia o usan laxantes, enemas, diuréticos u otros medicamentos. Con el propósito de incrementar la evacuación del contenido intestinal.
  • No purgativa: Aquí entran las personas que recurren al ayuno o el exceso de ejercicio para disminuir la absorción calórica del cuerpo después de la ingesta. Siendo considerados también comportamientos inadecuados.

De acuerdo a la severidad y según el DSM-5 puede clasificarse en:

  • Leve: Cuando las conductas compensatorias ocurren en un promedio de 1 a 3 episodios por semana.
  • Moderado: Las conductas se dan en un promedio de 4 a 7 episodios por semana.
  • Severo: Pueden ocurrir entre 8 y 13 episodios por semana en promedio.
  • Extremo: Los episodios superan los 14 o más durante la semana.

tipos de bulimia nerviosa tipsorientadores

¿Cuándo se diagnostica bulimia?

Aunque la bulimia nerviosa puede ser difícil de diagnosticar, debido a que quien la padece suele ocultar los síntomas, existen algunas señales a las que es posible estar alerta y que sin lugar a dudas indican la necesidad de recurrir a un especialista. Entre ellas:

  • Una preocupación excesiva por la forma del cuerpo y el peso.
  • Expresiones o comentarios frecuentes que reflejen el miedo a aumentar de peso.
  • Episodios repetitivos de atracones o en los que la persona ingiere cantidades excesivas de alimentos en cortos periodos de tiempo, al menos 1 vez a la semana durante 3 meses.
  • Pérdida de control durante la ingesta.
  • Propiciarse el vómito, ayunar o ejercitarse de forma excesiva después de la ingesta de alimentos.
  • El uso de laxantes, enemas o diuréticos después de comer.
  • Ansiedad o depresión.
  • Insatisfacción con la propia imagen, baja autoestima y aceptación personal.

Las personas que padecen bulimia nerviosa suelen mantener ocultos los síntomas llevando una doble vida y suelen estar en un peso normal o con sobrepeso. Por lo cual la enfermedad puede permanecer oculta hasta que la persona pide ayuda o se descubre la conducta patológica.

La bulimia según el DSM-5

El DSM-5 establece los siguientes criterios para su diagnóstico:

A. Episodios recurrentes de atracones caracterizados por:

1) Ingesta de alimentos en un corto periodo de tiempo (por ejemplo, 2 horas) en cantidades superiores a la que la mayoría de las personas ingerirían en un  lapso de tiempo similar y en las mismas circunstancias.

2) Sensación de pérdida de control sobre la ingesta  de alimentos.

B. Conductas compensatorias inapropiadas recurrentes para prevenir el aumento de peso, como el vómito autoinducido; uso indebido de laxantes, diuréticos u otros medicamentos; ayuno o ejercicio excesivo.

C. Los atracones y los comportamientos compensatorios inapropiados ocurren, en promedio, al menos 1 vez a la semana durante 3 meses.

D. La autoevaluación es influenciada por la forma y el peso del cuerpo.

¿Quién diagnostica la bulimia?

La bulimia nerviosa puede ser detectada en primera instancia por el proveedor de atención médica primaria, quien ante la sospecha puede pedir el apoyo de un especialista en salud mental. Es decir, un psicólogo o psiquiatra que realiza las pruebas necesarias para  formalizar el diagnóstico.

¿Cómo prevenir la bulimia nerviosa?

La mejor forma es guiando comportamientos saludables desde la primera infancia y buscando ayuda profesional ante la presencia de las señales mencionadas anteriormente. Por lo tanto:

  • Promueve en tus hijos una imagen corporal saludable, sin darle mayor importancia al tamaño o la forma. De esta manera desarrollará su autoconfianza sin basarse en la apariencia corporal.
  • Disfruta de las comidas familiares con regularidad y no lo obligues a ingerir alimentos si no quiere. Esto creará una mala relación con la comida desde muy pequeños.
  • Desarrolla un estilo de vida saludable en el que el peso no sea el protagonista y sinónimo de belleza.
  • Evita alentar dietas que incluyan conductas de control de peso poco saludables. Por ejemplo, el ayuno, el consumo de suplementos o laxantes para bajar de peso o el vómito autoinducido.
  • Acude al proveedor de atención médica primaria ante la presencia de algunas de las señales para evitar su desarrollo.

¿Cuál es el tratamiento para la bulimia?

El abordaje de la bulimia nerviosa demanda la aplicación de distintos tratamientos. Los cuales se llevan a cabo en conjunto con el paciente, la familia, el médico de atención primaria, el especialista en salud mental y nutricionista.

En este sentido, se puede considerar la psicoterapia desde distintos enfoques. Por ejemplo, la terapia cognitiva – conductual, el tratamiento basado en la familia y la terapia interpersonal.

También medicamentos como antidepresivos, la educación nutricional y la hospitalización en los casos que sea necesario. Por esta razón, el trabajo multidisciplinario es fundamental para conseguir el éxito en el tratamiento del paciente.

Karen García

Karen García

Docente Orientadora con Maestría en Psicología Educacional y redactora freelance… Comprometida con la educación de niños, niñas y adolescentes desde hace más de 10 años.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *